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Sócrates o el hombre que gusta ocultarse

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Juan José Escobar López

Descripción

Si resulta ser que encontremos en el maestro la imagen del filósofo, no deja de ser paradójico que ella misma sea tan amada y odiada. Un principiante de la filosofía se enamora de él por los diálogos de Platón, pero sus interlocutores en los textos, chicos, lo harán por su belleza, y se lo dicen cuando el filósofo ya está borracho. Nada tiene de particular seguir pensando a Sócrates si esos mismos que lo pensamos nos encontramos con filósofos tan opuestos a su figura, por no decir su pensamiento. Esto último es lo que recoge Juan José Escobar en este texto, una vida narrada en las fronteras de la literatura, justo en el linde con la filosofía. Lo que equivale a decir que leer a Sócrates es un ejercicio vital, no textual, y la trama tras los textos no se deja esperar. ¿Qué dijeron sus coetáneos del filósofo? Esa sola pregunta genera ya la desconfianza de Platón quien se valió de él para lo que le convenía, ¿sabía que al hacerlo lo hacía aún mayor? Temo para mí que no, pero fue precisamente ese Sócrates el que abundó en las páginas de las historias de la filosofía, para equívocos y no pocas beatificaciones del maestro.

John Estrada, New York 2022


Filosofar es resistir, y desde la literatura se resiste el doble. Se nombra para provocar, para mantener vivo el interrogante, para romper con las formas puras de una tradición, mover las mentes y sacudir siglos de polvo en las estanterías de las bibliotecas.

Ahora nuestro autor, provoca el deseo del lector con un horizonte de preguntas que quedarán abiertas. Con o sin Academia, el deseo por la pregunta se convierte en eso que recrea en la mente de sus lectores, en una permanente alucinación en los diálogos. Por lo que, en este ensayo literario, el enigma se mantiene vivo. Ya sea lo relatado por la tradición que sigue a Platón, por las memorias de Jenofonte y sus prácticas presentes en sus diálogos socráticos. Y por los múltiples rostros y figuras del filosofar de Diógenes Laercio, cuyo caleidoscopio resulta ser tan necesario como recurso didáctico, así como una ficción conceptual que finalmente no se queda con una única forma de interpretación.

Paula Andrea Pérez Reyes


Ilustración de carátula por Santiago Betancur Valencia.